jueves, octubre 20, 2005

"Diamantes brillan sobre ti" (Sobre Syd Barrett 1)

Verano de 1977. Un amigo me hizo oir un cassette que había comprado su hermana de un grupo con un nombre extraño: Pink Floyd. Me dijo: "escúchalo tío, son de puta madre". Al principio no les hice mucho caso, las canciones no eran demasiado pegadizas y había muchos pasajes instrumentales, pero poco a poco me fue enganchando. Acabamos escuchándolo una y otra vez en un radio cassete mono. Ese LP, que no era otro que Wish you were here acabó siendo mi primer cassette original. Aun debo tener por ahí la cinta, recuerdo que llevaba la tradución al español de los títulos y los autores de las canciones, nada más. "Shine on you crazy diamond" lo traducían como "diamantes brillan sobre ti" en fin, menos mal que el resto era correcto.

El proceso natural cuando uno se pasa meses escuchando un disco varias veces al dia es conocer algo más sobre los autores: quiénes son, de dónde, qué otros lps tienen, etc. Pero eran otros tiempos, no existían los PC y mucho menos Internet, y no había manera de saber quienes eran los individuos que hacían esa música salvo acudiendo a las revistas especializadas, demasiado caras para nuestro poder adquisitivo. Empezamos por lo más fácil, buscando más discos. Así, mediante la hermana de mi amigo llegamos a conocer (no necesariamente por este orden): Dark side of the moon, Animals, y finalmente alguno de su primera época Ummagumma, Atom Hearts mother y meddle. Estos últimos fueron importantes porque por fin veiamos la cara a los señores de Pink Floyd. Más o menos por esta época (1979) me enteré que wish you were here estaba dedicado a un antiguo miembro de la banda, un tal Syd Barrett, que ya no estaba con ellos por alguna razón. Podría ser que estuviese muerto, como Brian Jones de los Stones. Tampoco era algo que me preocupase demasiado, toda la discografía de PF la comparaba consciente o inconscientemente con WYWH y mis gustos iban hacia DSOM, y las piezas largas de Meddle (Echoes) y Atom heart mother. Aunque apreciaba el disco en directo de ummagumma, el disco en estudio y las canciones cortas de los otros dos (M y AHM) me parecían totalmente prescindibles. Imaginaba entonces que los primeros esfuerzos de PF en estudio serían similares, y por tanto sin interés para mi.

En estas estaba cuando apareció The wall, primero el disco y luego la película. Esto motiva que se renueve mi interés por el grupo, pero siempre limitándome a la producción setentera y siempre dentro de la escasez de noticias que generaba la banda. No olvidemos que desde 1973 hasta la separación de R. Waters apenas concedieron entrevistas o mantuvieron algún tipo de contacto con la prensa. Llegó hasta tal punto el distanciamiento con los medios, que muchos nos enteramos de la baja de Rick Wright en la banda cuando vimos los créditos de "The final cut". Pink Floyd seguían siendo un grupo "oculto" y proliferaban todo tipo de rumores sobre ellos, como que Roger no se dejaba fotografiar porque tenía complejo de feo. Aun reconociendo que tiene alguna canción memorable, este último disco no me entusiasmó demasiado, tenía razón Roger Waters cuando cantaba eso de "I never had the nerve to do the final cut", en su caso referido a the wall. Como decía DG: Roger trajo canciones que habíamos desechado para el muro. si entonces no eran buenas ¿por qué iban a serlo ahora?. Si se añade a ello la inactividad de la banda y los estilos dominantes en la época, se comprende porqué corrí un velo sobre el grupo durante los años 1983 - 1987. Algún eco me llegó de las disputas entre Waters y la banda pero poca cosa.

A partir de ahí pocas novedades: "A momentary lapse of reason" ya sin Roger Waters, me agradó. Después otra larga hibernación hasta su (hasta la fecha) último trabajo original: The division bell. No pude verlos en las dos ocasiones en que aterrizaron en España, una por falta de dinero y otra por falta de ganas. Pasados 10 años largos desde su último disco, cuando ya creía que esto no daba más de sí, que Pink Floyd tendría siempre un sitio para escuchar de vez en cuando, pero sin más novedad, resulta que los 4 señores se descuelgan con una actuación conjunta 24 años después. Como consecuencia, aluvión de noticias, y la reedición (o primera edición, no estoy seguro) en español de "A Saucerful of Secrets" de Nicholas Schaffer (aquí, la odisea de Pink Floyd. Es entonces cuando caigo en la cuenta que, tras 28 años (que viejo soy) escuchando y apreciando a la banda, apenas se nada de ellos y me compré el libro.

No sabía dónde me metía. Si me llegan a decir que la mitad primera del libro corresponde a la etapa Barrett de PF es posible que no me lo hubiese llevado. Pero la historia me enganchó, me obsesioné (mi mujer puede dar fe de ello) con la figura del genio/Icaro y me encontré releyendo esa parte del libro y rastreando la web en busca y captura de cualquier información adicional sobre Syd y su influencia. La disponibilidad de información ha cambiado radicalmente desde aquel verano de 1977: no me ha llevado demasiado encontrar los videos promocionales de 1967 y las películas, así como rumores para todos los gustos. Puesto que es fácil escribir sobre algo cuando te obsesiona y te apasiona, decidí inaugurar este otro blog para incluir mis impresiones y descubrimientos sobre este personaje y, ya puestos, sobre más "atristas" y sus obras, incluyendo algún que otro comentario sobre cine, música y demás. El resto para el otro blog, en donde se encuentra una única entrada sobre Mr Barrett.

PD. En el verano de 1992 compré en Carnaby Street una camiseta de PF.

Hasta hace unos días no caí en la cuenta de que pone Syd's Pink Floyd (al fin y al cabo el nombre se lo puso él). Más de 25 años después, era más fácil encontrar camisetas de PF con Syd Barrett que sin él. Eso quiere decir algo ¿no?.

miércoles, octubre 05, 2005

El Museo.

Momento: Domingo por la mañana. Lugar: un pequño pueblo de Cáceres, Pasarón de la Vera, a unos 9 km de Jaraíz de la Vera. Habíamos sido informados de la existencia del museo Pecharromán, y, en nuestra inocencia, creímos que estábamos ante un museo etnológico de usos, husos y costumbres locales. Pero no. En un entorno rural, lejos de los grandes centros de la cultura contemporánea, florece un oasis en el árido desierto artístico de una comarca que hace de su naturaleza su principal reclamo.

Nos encontrábamos ante la puerta del museo, consultando los horarios cuando se abre la puerta y se presenta don Ricardo, que se ofrece de manera excepcional, ante la ausencia del guia oficial, a enseñarnos el museo en su calidad de presidente de la fundación que lo gestiona. Pronto nos hace partícipes de la intensa actividad del museo, del Artista (él, por supuesto), y de sus importantes relaciones internacionales. Exposiciones internacionales de prestigiosos artistas como Eduardo Llamas y Giovanela y una exhibición rotatoria de la ingente producción del Pintor (él mismo, de nuevo). Muestras inaguradas por prestigiosas personalidades internacionales, embajadores de Bélgica, Alemania o Brasil. Colecciones encargadas por Helmut Kohl. Todo dentro de un marco, el antiguo estudio del Sr. Pecharromán, que mezcla la ruisticidad con un ambiente artístico contemporáneo. Un Museo que es también una biblioteca y un centro difusor del arte contemporáneo donde se organizan viajes para conoceer museos y se realiza una interesante labor de mecenazgo apadrinando y becando jóvenes artistas. Un fenómeno imparable: más de 900.000 visitas desde 1996. Unos turistas entraron cuando habíamos iniciado la visita. Tras contemplar la obra del Artista y sus explicaciones en calidad de presidente y guía excepcional de la exposición, sufrieron un episodio del síndrome de Stendahl, y se vieron obligados a abandonar el museo. La visita se cerró enseñándonos el catálogo de producción bibliografíca del museo e invitándonos a abonar la entrada, apenas 2,5 euros. Poco cantidad me parece a cambio de una visita guíada a uno de los dos museos basados en la obra de un artista vivo que existen en España. Tras la muerte de Chillida, tan sólo quedan los museos de Tapies y Pecharromán. Y, a diferencia del museo de Tapies, en el museo Pecharromán puedes tener como cicerone al propio Artista.

A continuación reproduzco, por su interés, dos fragmentos del folleto del museo, una foto del Sr. Pecharromán, una de las salas comentada por el Pintor y una de sus obras en detalle, la más reclamada por los visitantes. Las fotos han sido obtenidas de la web del museo www.museopecharroman.com sin solicitud de permiso por mi parte. No obstante dado que mi intención es únicamente divulgativa y en modo alguno pretendo sacar beneficio material de estas imágenes, creo contar con la implícita aquiescencia del presidente de la fundación, en señor Pecharromán.



El MUSEO PECHARROMAN nace en 1.996, gracias al tesón y generosidad de Don Ricardo Pecharromán, (Madrid 1949): hombre polifacético, gran amante de las Artes Plásticas y propagador entusiasta del Arte Contemporáneo; gestor cultural, pintor y mecenas; pionero en las simbiosis entre conservación y la creación, en el apoyo al Patrimonio Cultural y a los nuevos creadores. El Museo, es hoy lo que fuera en otros tiempos su estudio.”
“La categoría profesional de Ricardo Pecharromán no precisa ensalzarla. Basta repasar sus apariciones en los cenáculos artísticos más importantes de nuestro tiempo, con muestras representativas de su creatividad, para dar idea cabal del gran prestigio adquirido por este madrileño.”




“el Artista” “RICARDO PECHARROMÁN EN BARCELONA (1992)”











SALA.- Contiene lienzos sin irrupción donde la energía fluye con libertinaje, contemplándose las bellas cualidades técnicas y estilísticas del expresionismo. El mobiliario que adorna esta sala consta de sillería isabelina, librería cervantina y alfombra de la Real Fábrica de Tapices.”










“Sol de Flandes”

No añado más. El museo merece una visita. Después que cada cual juzgue por si mismo